La planta regasificadora se ha convertido en una infraestructura crucial para muchas industrias, hallándose en el centro de multitud de procesos. Esto es particularmente cierto en el caso de la planta de gas natural licuado, que se ha convertido en fundamental para un gran número de industrias que están poniendo el foco en prácticas más sostenibles.
A medida que se buscan alternativas a los combustibles fósiles, la planta GNL está facilitando el acceso al gas natural, una sustancia con el potencial de revolucionar sectores como el transporte marítimo gracias a proyectos como nuestros barcos operados por GNL.
Las cifras a nivel global hablan precisamente de la envergadura de esta transición hacia el uso del gas natural. Por ejemplo, la International Energy Agency calcula que la demanda de esta sustancia entre 2018 y 2023 ha superado los cien mil millones de metros cúbicos, una cifra que aumentará previsiblemente con el incremento de la demanda por parte de países asiáticos.
En este sentido, la planta regasificadora juega un papel fundamental al garantizar acceso a fuentes de gas natural dispersas geográficamente, un rol nada desdeñable en un contexto en el que el acceso a fuentes energéticas marca la diferencia.
No obstante, el potencial de la planta regasificadora va más allá del uso del gas natural licuado, pues también se emplea para otros gases industriales como nitrógeno, oxígeno o argón, facilitando su transporte y almacenamiento.
¿Qué es una planta regasificadora, cuál es su importancia actual y cuál es el papel de Cryospain en el diseño e implementación de este tipo de infraestructura? Te lo contamos.
¿Qué es una planta regasificadora?
Una planta regasificadora es una instalación diseñada para convertir gases licuados a muy bajas temperaturas (criogénicos) y devolverlos a su estado gaseoso. Como hemos adelantado más arriba, es común que este tipo de instalación se utilice para la conversión de gases como el nitrógeno, el oxígeno, el argón, y el gas natural licuado (GNL), entre otros.
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Estas plantas son fundamentales en diversas industrias que requieren el uso de gases en estado gaseoso pero los almacenan en forma líquida por razones de eficiencia de espacio y transporte.
Por ejemplo, en el caso de la planta GNL, el gas natural se almacena y transporta en estado líquido porque ocupa un volumen significativamente menor en comparación con su estado gaseoso. Más específicamente, se calcula que esta sustancia en estado líquido es 600 veces menos voluminosa que en estado gaseoso.
Explicado brevemente, el proceso de gasificación implica elevar la temperatura de una sustancia líquida (que ha sido almacenada a temperaturas criogénicas), haciendo que transite desde el estado líquido al gaseoso. Para ello, se emplean diversos métodos, incluyendo intercambiadores de calor. Este tipo de herramienta hace pasar el gas frío por tuberías o canales, exponiéndolo a un ambiente más cálido y provocando que se caliente y se expanda, retornando a su estado gaseoso.
Además, una planta regasificadora puede incluir otros procesos de acuerdo a las necesidades específicas de uso del gas, como su purificación del gas y el control de su presión.
Importancia de las plantas regasificadoras
- Eficiencia en transporte y almacenamiento: como acabamos de describir, los gases criogénicos se almacenan y transportan en forma líquida porque en este estado ocupan un volumen mucho menor que en forma gaseosa. Así, su transporte y almacenamiento son mucho más eficientes y económicos. La planta regasificadora entra en juego para convertir estos líquidos de nuevo en gases en el punto de uso, facilitando así su aplicación práctica.
- Seguridad: ya que manejar gases a bajas temperaturas y en estado líquido puede ser peligroso si no se toman las medidas adecuadas, las plantas regasificadoras están diseñadas con altos estándares de seguridad. Se reduce de este modo el riesgo de accidentes relacionados con la presión, la temperatura o la combustión.
- Disponibilidad de gases: la importancia de gases como el GNL, nitrógeno u oxígeno está creciendo exponencialmente en áreas como procesos industriales y aplicaciones médicas. Esto hace que, a día de hoy, multitud de empresas dependan del suministro constante de este tipo de gases. La puesta en marcha de una planta regasificadora permite que estos gases estén disponibles en el estado y la pureza requeridos para su uso directo.
- Control de procesos: en una planta regasificadora es posible controlar con precisión la tasa de gasificación, ajustando la producción de gas a la demanda específica que se produce en el punto de uso. Esto es vital en industrias donde se requiere un suministro continuo y controlado de gas, aportando una amplia flexibilidad.
- Apoyo a la transición energética: en el caso de las plantas de gas natural licuado, este tipo de infraestructura está facilitando la distribución y uso de esta sustancia en lugar de otros combustibles más contaminantes. De este modo, la planta regasificadora también juega un papel importante en la transición energética.
Funcionamiento de la planta regasificadora
Explicamos a continuación el funcionamiento general de una planta regasificadora de gas natural licuado:
Recepción y almacenamiento
En primer lugar, se extrae el gas natural de su yacimiento fuente o reserva, para su transporte hasta la planta regasificadora. Es común que el GNL llegue a la planta regasificadora por vía marítima, aunque también puede ser transportado por carretera o ferrocarril. Durante este proceso, se almacena en grandes tanques criogénicos diseñados para mantener el gas a temperaturas extremadamente bajas (alrededor de -162 °C), de modo que permanezca líquido.
Regasificación
El proceso de regasificación forma el núcleo de la planta. Consiste en aumentar la temperatura del GNL para convertirlo de nuevo a gas natural, de modo que pueda ser empleado en sus aplicaciones en el punto de uso.
Para ello, es común que se empleen intercambiadores de calor: el GNL a temperatura criogénica transita a través de estos intercambiadores, donde se expone a fuentes de calor (agua del mar, aire ambiental…) haciendo que el GNL se evapore y retorne a su estado gaseoso.
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Este proceso debe contar con máximas medidas de seguridad, pues se trabaja a temperaturas extremas y con una sustancia extremadamente inflamable. Además, un diseño adecuado de la planta regasificadora incluye intercambiadores eficientes, ya que deberán trabajar con grandes volúmenes de esta sustancia.
Tratamiento del gas
El gas natural puede requerir algún tratamiento adicional, como la eliminación de impurezas, el ajuste de su composición química o el añadido de odorizantes para detectar fugas. La planta regasificadora puede ser diseñada para incorporar estos procesos.
Almacenamiento y distribución
Tras la regasificación y el tratamiento, el gas natural ya regasificado se almacena en instalaciones de almacenamiento a presión ambiente hasta que se necesite. Después, se introduce en la red de distribución de gas, desde donde se transporta a los consumidores finales (que pueden ser hogares pero también industrias y plantas de generación de energía, entre otros).
Cryospain: expertos en el diseño, desarrollo y puesta en marcha de plantas regasificadoras
En Cryospain, nos especializamos en el diseño, desarrollo y puesta en marcha de plantas regasificadoras. Gracias a nuestra experiencia y conocimientos en ingeniería criogénica, somos capaces de generar infraestructuras eficientes y de alta seguridad, ocupándonos de asuntos como el diseño, la selección de tecnologías, la gestión de proyectos y la construcción e instalación.
Al mismo tiempo, garantizamos el cumplimiento normativo respecto a los más altos estándares en seguridad, medioambiente y cualquier regulación que aplique. Finalmente, también nos ocupamos del testeo y validación de los sistemas, accediendo a la garantía de que todos los componentes operan según especificación.
A lo largo de nuestra trayectoria, hemos estado al frente de la creación de proyectos innovadores a nivel global, incluyendo una planta de regasificación y de almacenamiento de LIN en Polonia.
En este caso, nos enfrentamos al desafío de salvaguardar todos los sistemas operativos frente a un clima exigente, con una alta humedad, un ambiente marino corrosivo y bajas temperaturas. En ese sentido, como esfuerzo adicional, elaboramos un protocolo de protección frente a este tipo de amenazas. Incorporamos además los siguientes componentes:
- Tanque de almacenamiento criogénico para LIN
- Dos vaporizadores en paralelo
- Dos calentadores eléctricos
- Válvulas específicas
- Cuadro de control e instrumentación en vistas a centralizar el proceso y asegurar la máxima seguridad
Así, entre nuestra línea de plantas y estaciones, incluimos plantas de regasificación desde 150 Nm3/h hasta 50.000 Nm3/h, tanto en modalidad llave en mano como diseño y suministro.
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